¿Sabes qué son los FPS en los videojuegos y cómo afectan a la fluidez de lo que los usuarios ven en pantalla? Sigue leyendo y lo descubrirás.

Si estás valorando encaminar tu carrera profesional hacia la programación de videojuegos, ¡estás en el lugar correcto! Ya no es un secreto que se trata de un sector al alza que no deja de ofrecer oportunidades, tanto a aquellas personas que ya tienen formación o experiencia como programadores como a aquellas que  se quieren iniciar en este mundo.

¿Es tu caso? Si es así o si simplemente te encantan los videojuegos y no descartas la posibilidad de convertir tu pasión en tu profesión, es muy probable que te interese especializarte en el desarrollo de este tipo de entretenimiento con formación específica como el Curso de programación de videojuegos con Unreal Engine que puedes encontrar en nuestra escuela.

El futuro de este sector está esperando el talento de personas como tú capaces de crear obras de gran calidad y realismo, pero ¿cómo fue posible esta evolución hasta llegar donde estamos?

Pues bien, de esto en parte, queremos hablarte hoy. Porque una de las cuestiones que más consecuencias tiene visualmente sobre la percepción de calidad de un videojuego es el tema del que trataremos a continuación.

FPS, del cine a los videojuegos

Puede que si descubrimos las siglas y las traducimos desde el inglés (frames per second) al castellano (fotogramas por segundo), la cosa empiece a sonarte un poco más. Puede incluso que llegados a este punto te suene un poco y se te venga a la cabeza una cámara de vídeo o el cine. ¡Vas bien!

Para entender qué son los FPS en los videojuegos debemos remontarnos efectivamente al cine y al vídeo. En ellos encontramos la antesala de lo que hoy puedes encontrar en videojuegos y consolas casi como una unidad de medida más a tener muy en consideración para valorar la calidad de los mismos.

Y así es, porque los FPS hacen referencia a la cantidad de imágenes (frames o fotogramas) que se muestran en un segundo para dar sensación de movimiento.

En ello se basa la “ilusión” del cine, ya que en realidad se trata de una consecución de imágenes fijas que, al pasar a gran velocidad, el cerebro interpreta como en movimiento. De hecho, el cerebro lo percibe así a partir de 10-12 FPS como norma general.

Para que te hagas una idea, el cine convencional suele rodarse a 24 FPS y el digital a 30 o más. En algunos casos se ha llegado a experimentar con grabaciones a 48 FPS, lo que ofrece secuencias de gran nitidez y fluidez pero que puede resultar extraño precisamente porque parece que se pierde ese “toque cinematográfico” de velocidades más bajas.

¿Cómo afectan los FPS a los videojuegos?

Por lo que acabamos de comentarte, puedes extraer que el aumento de esa velocidad en frames puede ser positivo o negativo según se mire, pero lo cierto es que en el caso de los videojuegos, más bien se trata de lo primero. ¿Por qué?

En general, la mayoría de videojuegos actuales funcionan con sistemas que hacen que la GPU o tarjeta gráfica de la videoconsola o el ordenador, renderice las imágenes en tiempo real para mostrarlas en pantalla. Por eso en este caso, entender qué son los FPS en los videojuegos es crucial para comprender la fluidez de los mismos.

La fórmula es sencilla: a mayor framerate, es decir, mayor número de FPS, mayor será también la fluidez.

El trabajo de los desarrolladores de videojuegos y la propia evolución del software han permitido dar pasos de gigante en este sector y cada vez se consigue crear imágenes más realistas, nítidas y fluidas.

Entender qué son los FPS en los videojuegos nos da una idea de lo importante que puede resultar el framerate sobre todo para aquellos de mucha acción en los que la velocidad puede incluso resultar “de vida o muerte”.

Es el caso de los videojuegos shooter o de disparos. Piénsalo: si estuvieras defendiéndote de otro jugador al que tienes en el punto de mira de tu arma, ¿no te gustaría poder ver todo con total fluidez y velocidad para ser más rápido y sobrevivir? ¿Sí, verdad?

Pues de ello depende en gran medida el número de frames por segundo que soporta ese juego y la máquina en la que lo reproduzcas. Seguro que te suena aquello de que un videojuego dé la sensación de ir a trompicones y esto, aunque puede deberse a un conjunto de varios factores, también puede estar relacionado con los FPS.

¿A qué FPS deben funcionar los videojuegos?

Como te dijimos anteriormente, el ojo humano empieza a percibir movimiento en imágenes estáticas cuando se muestran a una velocidad de 10-12 por segundo, pero tiene sus limitaciones. Hay un cierto punto después del cual el ojo humano no percibe grandes diferencias y estos son los 25 FPS.

Algunas personas se quedarán en los 24,5 y otras en 25,5, pero por norma general los 25, como media, serían suficientes para percibir una fluidez perfecta en una consecución de imágenes digitales.

¿Por qué se recomiendan los 60 FPS?

Es probable que, tanto si eres todo un gamer profesional o simplemente eres un aficionado a los videojuegos que juega a nivel doméstico, habrás leído o visto la recomendación de los 60 FPS.

Entonces, si el ojo humano percibe sólo 25, ¿por qué recomendar los 60 FPS? Esto se debe a un desfase que se produce entre las imágenes que se muestran en pantalla y las imágenes que percibe nuestro ojo, ya que no están perfectamente sincronizadas.

Ese desfase es el que puede eliminar la sensación de movimiento y por ello aumentar el framerate es adecuado para recrearla de forma más perfecta. Incluso con una velocidad a razón de 30 imágenes por segundo, en ocasiones se produce cierta anacronía y caídas de FPS puntuales que dan sensación de poca fluidez, pérdida de calidad y movimientos poco realistas.

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