Oriol Marco es de esas personas que saben lo que quieren y van a por ello. Tras 9 años en el sector de la ingeniería industrial enfocada a ventas, se lanzó en busca de un cambio de rumbo laboral. Y, para hacer realidad ese cambio, confió no una, sino dos veces en Tokio School.

“En mi trabajo estuve en contacto con el análisis de datos y me di cuenta de que es el futuro, por eso decidí enfocarme hacia ahí”, explica, y continúa: “Tras investigar un poco, vi que lo básico era aprender un lenguaje de programación y me decanté por el curso de Python”. El trato de los asesores y, sobre todo, el hecho de ser una formación online que le permitía compaginar el aprendizaje con su rutina fueron los detonantes de su llegada al centro.

La experiencia de Oriol en Tokio ha ido muy de la mano de Cristian Rodríguez, actual profesor de la formación de Python. “Mi nivel de satisfacción con él es de un 120%. Tiene unos conocimientos técnicos muy altos y, sobre todo, se le da muy bien enseñar. Va más allá de la teoría, te enseña los errores más comunes, por qué aparecen, cómo corregirlos… Se nota mucho que se dedica a eso”, relata, y sentencia: “Es más, me decidí a cursar la especialización en Inteligencia Artificial porque era él el profesor”.

"En momentos ha sido duro pero lo he disfrutado mucho"

El catalán, que empezaba en este mundo de cero, reconoce que no ha sido siempre un ‘camino de rosas’. “He invertido muchísimas horas, sobre todo, en los proyectos finales”, cuenta. “Pero lo he disfrutado mucho”, añade. Y hay que decir que esa dedicación ha tenido su recompensa y es que Oriol ha sacado ¡matrícula de honor en los proyectos finales de ambas formaciones!

Aunque reconoce que “no es fácil cambiar de sector a cierta edad”, Oriol confía plenamente en sí mismo y en su capacidad para triunfar en el mundo de las nuevas tecnologías. “Mi meta es enfocarme a la parte técnica del desarrollo de proyectos y, además, tengo un alto conocimiento de negocio que creo que me puede ayudar mucho”. ¡Y lo conseguirás seguro, Oriol!

Dos proyectos finales, dos triunfos

Para el proyecto final de Python, Oriol se pone en la piel del responsable de desarrollo de una aplicación que solicita una empresa de suministros informáticos. En este sentido, la aplicación debe cumplir ciertos requisitos para la gestión de ventas y compras de la compañía, más conocida como ERP (Enterprise Resource Planning).

Mientras que en el primero se decantó por una aplicación web para la gestión empresarial, en la especialización de IA optó por un proyecto en el que se aplica la Inteligencia Artificial al sector sanitario. “Hice un modelo de detección de cáncer de mama a través de parámetros médicos de un data studio anterior”. Es decir, a través de 500 pacientes en los que se analizaban los mismos parámetros, poder determinar por patrones si un nuevo paciente podía padecer cáncer de mama o no.