Mirando una aplicación de móvil, un anuncio de Tokio School sobre diseño de videojuegos captó la atención de Unai Zabala. “Entré en la página, dejé mis datos para solicitar información y en cosa de un día me llamó Ana, la asesora comercial. Me lo contó con tanta pasión… Me sentí muy reflejado” explica. Y así fue como este pamplonés de 22 años aterrizó en la formación de Creación de Videojuegos - Diseño y Programación con Unreal Engine.

Gamer apasionado desde pequeño, el sueño de Unai siempre ha sido diseñar videojuegos para otras personas. “Siempre he sido muy tímido, me costaba relacionarme y los videojuegos me daban ese entretenimiento… Me servían un poco como refugio” cuenta, y continúa: “Mi ilusión siempre ha sido compartir lo mismo con otra gente que se sienta como yo y trasladar el mensaje de superación y motivación que a mí me aportaban los videojuegos… Eso es lo que yo quiero transmitir”.

Unai Zabala

De Tokio, lo que más le gusta son “los profesores, la tutora y la flexibilidad”. Formarte en un lugar donde quien te enseña comparte el mismo entusiasmo que tú es muy importante y en este sentido, Zabala destaca la actitud de los docentes de Tokio. “Transmiten esa pasión y eso hace que nosotros también la tengamos” apunta.

Mucha gente se muestra reticente a la formación online porque, al no haber contacto directo con otras personas, les parece ‘fría’ o les genera desconfianza. Por eso, muchos alumnos agradecen la figura de las tutoras. “Me encanta porque se involucra mucho, compartimos un montón de cosas y es una relación más estrecha, de confianza” explica.

Aunque comenzó su preparación en mayo y aún tiene mucho camino por delante, este joven sueña grande: “Me veo trabajando para grandes compañías y diseñando mi propio videojuego. Ese es mi objetivo. Pero, si no lo consigo, estaré tranquilo al pensar que, por lo menos, lo he intentado” afirma.

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