En 2012, un año antes de que se lanzara la primera legislación en España sobre el uso de los drones ya había nacido AEROMEDIA, la empresa líder en nuestro país en la aplicación de estas aeronaves en los diferentes sectores.

Desde los inicios, los creadores lo tuvieron claro: su objetivo era estar no solo a la cabeza de la industria en España, sino en toda Europa. Desde entonces no han dejado de trabajar y empresas de la talla de Nokia, Repsol, la BBC o RTVE, entre otras, confían en ellos cuando se trata de volar un dron.

Aquilino Abeal, director general de Aeromedia, nos cuenta cuál es la situación actual del mercado y algunos de los retos a los que se enfrentan en nuestras Tokio Talks.

Empezasteis trabajando en el sector audiovisual como vuestra principal línea de negocio, ¿qué lugar ocupan ahora los drones en él y qué otros ámbitos existen?

El 80% de las empresas que trabajamos con drones en España lo hacemos en el campo audiovisual. Fue uno de los primeros en adoptar el uso de los drones y es, sin duda, el que más maduro está, pero también es en el que hay mayor competencia. Desde hace 6 años hasta la actualidad, la forma de grabar películas o series han cambiado radicalmente. La aplicación de los RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems) ha permitido democratizar el uso de planos muy llamativos, para los que antes se necesitaba el alquiler de un helicóptero, con lo que ello conlleva en gastos, permisos, etc., abaratando y mejorando mucho la calidad de los mismos.

No obstante, existen muchos otros ámbitos donde el uso de los drones está revolucionando la manera de hacer las cosas como, por ejemplo, la agricultura, donde se puede obtener mayor eficiencia con muchos menos recursos. A través de los sensores de los drones recogemos gran cantidad de información útil que posteriormente analiza cada especialista. Por ejemplo, estamos trabajando en la fase de detección de una plaga de eucalipto que, de ser necesario, fumigaremos también con drones. Es sin duda un campo muy rentable en el que se empieza a notar el ruido de los drones y es un campo absolutamente por explotar aún.

Otro ámbito donde la potencialidad de los drones es más que evidente es el de las emergencias y vigilancia. Estamos formando muchísimos cuerpos de bomberos, por ejemplo, para que sean capaces de utilizar los RPAS en situaciones de peligro. Un dron permite a las brigadas conocer perfectamente la situación a la que se enfrentan, especialmente de noche cuando los medios aéreos no pueden trabajar. Es como si tuvieran un ojo permanentemente en el cielo.

También trabajamos en verano en infinidad de playas, principalmente del sur de España en las que en menos de un minuto somos capaces de detectar la posición exacta de una persona a punto de ahogarse, llegar hasta él y lanzarle un chaleco salvavidas al que pueda aferrarse mientras llegan los profesionales a por él. Esta rapidez de respuesta representa en muchas ocasiones la diferencia entre la vida y la muerte del bañista.

También trabajamos en la búsqueda de personas desaparecidas con drones a los que equipamos con cámaras termográficas, sensores de gases y lanzamiento de objetos. Estas aeronaves ayudan, y mucho, a los servicios del 112 a localizar a gente, principalmente en el área rural.

Otro ámbito en el que trabajamos mucho es en el mantenimiento de instalaciones de todo tipo, como torres eléctricas o aerogeneradores. En 2017 hemos trabajado por ejemplo con Nokia, en su primer proyecto real con drones, inspeccionando más de 600 torres de comunicación.

Por último y por ir acabando, aunque podría seguir un rato con este punto, es el ámbito de la fotogrametría, un campo donde somos líderes en España con la distribución en exclusiva de los sistemas LiDAR (light detection and ranging). Este sistema está basado en la medida de distancias láser e intensidad, recogidas en vuelo siguiendo pasadas. A su vez, está asistido por un GPS y un sistema inercial para determinar la posición y orientación del sensor a lo largo de su trayectoria. En cada vuelo obtenemos decenas de miles de puntos georeferenciados con una precisión centimétrica.

“La rapidez de respuesta del dron representa en muchas ocasiones la diferencia entre la vida y la muerte del bañista”

En diciembre de 2017 se aprobó una nueva legislación, ¿qué tipo de actividades os va a permitir hacer que hasta el momento os lo impedía?

La nueva legislación abre infinitas posibilidades para trabajar en zonas donde antes no se podía. Por ejemplo, podremos vigilar más zonas costeras, rodar series y películas en nuevos espacios que antes estaban restringidos, realizar más y mejores inspecciones de industria, agricultura y topografía… En definitiva, en Aeromedia tuvimos que decir que no a muchos proyectos por temas legislativos a los que, a partir de ahora, podremos decir que sí.

los drones

¿Hacia dónde tendría que evolucionar la normativa para que beneficie al sector al mismo tiempo que ofrezca las garantías de seguridad necesarias?

Si queremos que Europa esté en primera línea en el uso de los drones -punto para el que estamos perfectamente posicionados-, sin duda, deberíamos procurar una mayor agilidad en la concesión de permisos. Para esto necesitamos que el sector se profesionalice, esté correctamente regulado y exista una seguridad jurídica real. Muchos clientes nos dicen que hoy en día cualquiera que tiene un dron ya se cree un profesional. Y es cierto que la cantidad de drones inteligentes y fáciles de usar que existen en la actualidad generan una falsa sensación de seguridad en quienes lo usan, cosa que muchas veces desemboca en que la gente se metan en situaciones que ocasionan daños materiales o humanos graves y que, además, perjudican tremendamente la imagen del sector.

“Muchos clientes nos dicen que hoy en día cualquiera que tiene un dron ya se cree un profesional”

En este sentido, ¿crees que la gente es realmente consciente de la necesidad de formarse para trabajar con drones?

Hay personas que piensan que viendo cuatro tutoriales en internet ya saben usar un dron. En el 99% de estos casos lo que ocurre es que lo pierden, y eso es un alivio porque en el 1% de las ocasiones restantes producen daños materiales o, como digo, humanos, y eso es un verdadero problema. Creo que debemos impulsar más la información y el conocimiento sobre nuevas tecnologías y, en concreto, sobre el uso de RPAS porque si no nos van a ‘comer’ por todos los lados.

Dicho esto, también es cierto que hay otro tipo de gente que conoce las oportunidades que un dron ofrece y quiere especializarse en ello. Esta es la gente que está posicionándose adecuadamente para sacar ventaja al resto y aprovechar todas las oportunidades que vienen. La verdadera revolución de los drones aún está por venir.

Con el carnet oficial de piloto de drones está pasando un poco como con el de conducir: para ejercer cualquier profesión relacionada con ello es necesario tenerlo. Es un pequeño paso hacia delante, en mi opinión, aunque no suficiente.

¿Llegará el día en que los drones transporten mercancías y dejen frente a nuestra puerta de casa nuestros pedidos?

A día de hoy, a nivel técnico, ya podemos hacer que una aeronave despegue sin piloto y aterrice con la carga donde le digamos. En mi opinión, podremos ver relativamente pronto drones llevando cargas, principalmente en zonas de difícil acceso o incomunicadas. Sin embargo, creo todavía estamos muy lejos de ver un dron moviéndose por las ciudades. Para esto aún quedan muchas complejidades legales y de seguridad que salvar.

“Debemos impulsar más la información y el conocimiento sobre nuevas tecnologías y, en concreto, sobre el uso de los drones porque si no nos van a ‘comer’ por todos los lados”

Mirando al futuro, ¿dónde veis nuevas oportunidades de negocio en torno a los drones?

Pues nunca se sabe a ciencia cierta cuáles van a ser los nuevos sectores 'revolucionados' por la aplicación de los drones, pero lo que está claro es que incluso en los ámbitos de aplicación actual aún queda mucho por hacer, incluido el audiovisual.

Posiblemente veamos una evolución del dron hacia un helicóptero dronizado sin tripulación que despegue y aterrice para dejar su carga siendo controlado en tierra por una persona. Esta carga puede ser incluso una persona, como está pasando con los taxi-drones en Dubái. Todo el aumento que se va a producir en la aplicación de aeronaves significa un incremento del uso del espacio aéreo por lo que también tendremos que reordenarlo para que puedan convivir de forma segura tanto los medios convencionales como estos nuevos no tripulados.

Un ámbito muy interesante y lleno de posibilidades es la creación de drones específicos para fines concretos, que a día de hoy no existen. En Aeromedia, por ejemplo, acabamos de finalizar la creación de un dron para espacios confinados con el que vamos a empezar a trabajar dentro de muy poco.

Otra tendencia aún por explorar es la automatización con seguridad del pilotaje, para que, una vez programada, sea la propia aeronave la que recoja los datos del vuelo y luego el especialista pueda interpretarlos. Aún así, por mucho que una máquina pueda llegar a operarnos, nunca será un cirujano, es decir, siempre será necesaria la persona detrás de la máquina, que supervise y controle todo lo que ésta hace.