Es guionista, diseñador narrativo freelance y también docente. Daniel Rissech tiene amplia experiencia profesional trabajando en todo tipo de formatos, desde televisión y largometrajes hasta teatro o videojuegos. En esta entrevista hace un repaso por su trayectoria profesional y por la actualidad del sector, además de compartir algunos entresijos del universo narrativo. ¿Te lo vas a perder?

 

¿En qué consiste la “narrativa interactiva”?

Aunque se trata de un término un tanto ambiguo y que abarca muchas y muy diversas disciplinas y áreas de conocimiento, se podría decir que la narrativa interactiva es aquel tipo de narrativa no secuencial que requiere de la implicación activa del lector o jugador, que es quien, en última instancia, termina completando la historia y participando de ella. Pero aunque esta definición podría ser válida para algunos, otros podrían rebatirla y, sinceramente, yo no tendría demasiados argumentos para llevarles la contraria puesto que, como digo, se trata de un concepto ambiguo y que acepta múltiples significados, manifestaciones y formatos, que van desde los libros juveniles tipo "Elige tu propia aventura" hasta la última novedad del mercado de videojuegos Triple A, pasando por los juegos de rol o ciertos tipos de juegos de mesa, etc.

¿Cómo fue tu primera experiencia como guionista?

Me gradué en la ESCAC en 2005 y pronto empecé a trabajar como redactor y guionista en todo tipo de formatos televisivos, tanto de ficción como no ficción. Con el tiempo, y por circunstancias de la vida, recuperé el contacto con un viejo conocido, David Jaumandreu, que por aquel entonces llevaba unos años al frente de Undercoders, un estudio independiente de videojuegos. A partir de aquí surgieron varias colaboraciones tanto con Undercoders como con otros estudios ‘indies’ de Barcelona y cercanías: Jandusoft Games, Dark Curry, Ivanovich Games, NAPE Games, Isolated Games, etc.

¿Cuál es la obra de la que te sientes más orgulloso?

Me siento orgulloso de todos los proyectos en los que he tenido la ocasión de participar, ya sea de una manera u otra. Coescribir el guion de La Influencia, por ejemplo, fue una experiencia fantástica y me permitió trabajar junto a grandes profesionales de la industria del cine, de quienes se puede aprender muchísimo. También hay videojuegos en los que he colaborado como guionista de los que estoy más que satisfecho y que, además, han gozado de una buena acogida tanto de público como de crítica. Super Epic: The Entertainment War o Between the Stars son juegos que han funcionado francamente bien.

Qué es lo más positivo y lo que menos te gusta de trabajar para una productora de TV.

Algo bueno es, por ejemplo, que los equipos suelen implicar a profesionales de ámbitos muy distintos y eso siempre genera dinámicas de trabajo muy saludables e interesantes. Por otra parte, el sector audiovisual está atravesando grandes cambios, tanto en los hábitos de consumo del público como en el modelo de negocio y no siempre es fácil para los profesionales del medio alcanzar una cierta estabilidad laboral.

¿Y en un estudio de videojuegos?

Algo que me encanta de trabajar para un estudio de videojuegos es que hablamos de un sector en plena expansión y constante crecimiento, y las propuestas con las que uno puede toparse en el catálogo de cualquier tienda virtual son de lo más estimulantes y sorprendentes. Al mismo tiempo, se trata de un mercado competitivo y es fácil que un proyecto naufrague si no se hacen las cosas con criterio.

¿Hay futuro en una profesión como la tuya?

Espero que sí... Ser guionista es algo vocacional. En mi caso, lo compagino con la docencia, que es algo que también me encanta.

¿Qué formación debería de tener alguien que quiera ser narrador interactivo?

En cuanto a formación académica, cualquier carrera de letras como, por ejemplo, una filología, así como cualquier tipo de estudios relacionados con el audiovisual o los videojuegos, pueden ofrecer una base más que sólida para desenvolverse como diseñador narrativo o guionista. Aun así, también es cierto que hay grandísimos guionistas o diseñadores narrativos que tienen una formación más bien científica y que han desarrollado su faceta como escritores de forma autodidacta.

¿Qué es lo más apasionante de tu profesión?

Me encanta contar historias que enganchen al público y que logren emocionarlo, ya sea a través de la risa o del llanto, que mantengan su interés y su atención... Que alguien pueda aprender algo con esa narración, algo sobre sí mismo o sobre el mundo que le rodea... ¿Hay algo más apasionante que una buena historia?

¿Le darías algún consejo a alguien que quiera seguir tus pasos?

El mejor consejo que puedo ofrecer y que yo mismo intento aplicarme es, básicamente, leer mucho. Leer un buen libro, el guion de una película o una serie, el ‘lore’ de un videojuego, el manual de instrucciones de un juego de rol... De todo se puede aprender y todo puede convertirse en una referencia para lo que vayamos a escribir a continuación.